martes, 24 de mayo de 2016

ORIGEN Y DESAROLLO DEL TURISMO CINEMATOGRAFICO

Origen 
El Origen del cine y el turismo se ha dado casi paralelamente, el turismo a partir de los años ochocientos y unos cincuenta años después, el cine. Si consideramos los viajes organizados por Thomas Cook como un inicio del turismo pues fue unos cincuenta años después que ocurrió la primera proyección cinematográfica en París de los hermanos Lumiére en el Salón Indien du Grand Café. Poco tiempo después se empezaron a ver animaciones que enseñaban filmaciones de todas partes del mundo, lo que hizo que las pantallas del cine se convirtieran en ventanas a la geografía, los paisajes y la cultura mundial. De esta manera el cine empezó a transportar a los espectadores haciéndolos viajar sin las limitaciones del espacio y el tiempo, y los empezó a motivar a viajar como turistas en el espacio y tiempo reales. (Rey-Reguillo, 2007).

La esencia que une al cine y el turismo.
El cine y el turismo nacen y se desarrollan a partir de un vínculo esencial partiendo del hecho que ambos son “artes audiovisuales”. El turista viaja para ver y escuchar la realidad del destino que visita y el espectador de cine hace lo mismo al ver y escuchar los sonidos y las imágenes de la película. En este sentido, la cinematografía y el turismo comparten una misma esencia: el deseo de experimentar un cambio emocional o intelectual a partir de los estímulos audiovisuales. El cine lleva el destino al espectador invitándolo a viajar al destino.

Desarrollo 
En esta relación en paralelo se origina el poder que tiene el cine para atraer a los turistas a visitar los lugares que se muestran en las películas. El cine y el turismo se fueron desarrollando así desde el principio hasta formarse en una estrategia de promoción de la era moderna. Hoy en día, las autoridades otorgan muchas prestaciones a los equipos de producción cinematográfica, autorizando que usen como estudios naturales las diferentes ubicaciones geográficas del país. Esta es una estrategia de seducción que tiene como meta atraer turistas al país después de que las geografías se hayan escenificado, agrandado y magnificado por la magia del cine.

Esta estrategia no es un planeamiento reciente sino que tuvo su origen en las primeras décadas de la historia del cine. (Rey-Reguillo, 2007). Desde los comienzos de la industria cinematográfica, los diferentes Estados se percataron de la importancia del cine como herramienta para fomentar una imagen positiva del país. Por ejemplo, en 1925 el gobierno Español comunicó esta idea a las organizaciones competentes en las comunidades y ayuntamientos diciendo que tenían que apoyar a la industria y a as empresas cinematográficas concediéndoles prestaciones y facilidades. También promocionó que se crearan películas para exhibición en el extranjero usándolas para proyectar temas para beneficiar al país. (Stanishevski, 2007).

A pesar de este esfuerzo que remonta a los principios de la historia de la cinematografía, el gran auge del cine se desarrolló principalmente en EE.UU, llevando sus películas al primer lugar en proyección a nivel mundial. En el año 2002, sólo se exhibía una película europea por cada cinco procedente de los EE.UU. (Stanishevski, 2007). Una de las primeras películas que tuvo un gran impacto sobre el turismo fue Vacaciones en Roma (1953). La filmación de esta película se llevó a cabo en Roma, en localizaciones reales y originales, rompiendo con el molde de las filmaciones hechas hasta ese entonces sólo en los estudios. La película muestra la riqueza y el atractivo de diferentes localizaciones romanas que sirven de escenario para cautivar al espectador y motivarlos a conocerlas en persona. (Cristobalena, 2006). (Cristobalena, Revista 80 días, 2006) Figura 1 – Audrey Hepburn y Gregory Peck en la escalinata de la Plaza de España, Roma Un impulso importante para el turismo cinematográfico empezó a partir de los años 80 en Europa. Diferentes organizaciones europeas generaron medidas para apoyar el desarrollo de la industria del cine dando forma a la noción de que el cine de un país forma parte esencial de la identidad cultural.

Una de las herramientas que crearon fueron las film commissions, que son oficinas públicas dedicadas a la promoción de localizaciones para la captación de rodajes. Las film commissions promueven los escenarios naturales más atractivos de una zona fomentando el interés de las empresas productoras para rodar películas o construir estudios cinematográficos. Los esfuerzos de las filmcommissions ayudan a desarrollar la industria cinematográfica local y atraen turistas a través del cine. Cuando una localización ha llegado a tener suficiente promoción y exhibición aumenta el movimiento de turistas. (Rey-Reguillo, 2007). El “turismo inducido por el cine” es una expresión que originó con Riley y Van Doren en 1992 en el contexto de medir el aumento en el número de visitantes a los lugares que se hicieron notables a través de las películas.

En 1998 desarrollaron un estudio de 12 películas exitosas donde comprueban que el número de turistas a estos lugares icónicos incrementaron de un 40 a un 50 por ciento en los cuatro años posteriores de mostrarse en pantalla. (Hernández Ramírez). Así que no es sino hasta finales del siglo XX que los planes estratégicos de la promoción turística realmente comienzan a prestar atención a esta relación crucial entre el turismo y los medios de comunicación masivos. Lo más común hasta estas fechas era usar publicidad en televisión, prensa y el cine pero sólo de forma documental. No es sino hasta 1997 que la relación entre el turismo y el cine forma parte estratégica en el plan de promoción turística de Nueva Zelanda a través de las tres películas de El Señor de los Anillos. El plan de promoción turística de Nueva Zelanda usa esta trilogía para promover al país como destino turístico. (Stanishevski, 2007).

El Señor de los Anillos ha tenido un impacto tan grande sobre el turismo cinematográfico, tanto en el aumento de turistas a Nueva Zelanda como en su uso como herramienta promocional que ha marcado un antes y después en la historia del turismo cinematográfico. Las diferentes organizaciones relacionadas con el turismo han aprovechado la popularidad de las películas para promover destinos después del éxito de los filmes. Sin embargo, a partir de los esfuerzos y las innovaciones de Nueva Zelanda en este campo, las organizaciones han aumentado su agresividad y han comenzado a trabajar con las películas desde su concepción. (Cha, 2013)



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