Origen
El Origen del cine y el turismo se ha dado casi paralelamente, el turismo
a partir de los años ochocientos y unos cincuenta años después, el cine. Si
consideramos los viajes organizados por Thomas Cook como un inicio del
turismo pues fue unos cincuenta años después que ocurrió la primera
proyección cinematográfica en París de los hermanos Lumiére en el Salón
Indien du Grand Café. Poco tiempo después se empezaron a ver animaciones
que enseñaban filmaciones de todas partes del mundo, lo que hizo que las
pantallas del cine se convirtieran en ventanas a la geografía, los paisajes y la
cultura mundial. De esta manera el cine empezó a transportar a los
espectadores haciéndolos viajar sin las limitaciones del espacio y el tiempo, y
los empezó a motivar a viajar como turistas en el espacio y tiempo reales.
(Rey-Reguillo, 2007).
La esencia que une al cine y el turismo.
El cine y el turismo nacen y se desarrollan a partir de un vínculo esencial
partiendo del hecho que ambos son “artes audiovisuales”. El turista viaja para
ver y escuchar la realidad del destino que visita y el espectador de cine hace lo
mismo al ver y escuchar los sonidos y las imágenes de la película. En este
sentido, la cinematografía y el turismo comparten una misma esencia: el deseo
de experimentar un cambio emocional o intelectual a partir de los estímulos
audiovisuales. El cine lleva el destino al espectador invitándolo a viajar al
destino.
Desarrollo
En esta relación en paralelo se origina el poder que tiene el cine para
atraer a los turistas a visitar los lugares que se muestran en las películas. El
cine y el turismo se fueron desarrollando así desde el principio hasta formarse
en una estrategia de promoción de la era moderna. Hoy en día, las autoridades
otorgan muchas prestaciones a los equipos de producción cinematográfica,
autorizando que usen como estudios naturales las diferentes ubicaciones
geográficas del país. Esta es una estrategia de seducción que tiene como meta
atraer turistas al país después de que las geografías se hayan escenificado,
agrandado y magnificado por la magia del cine.
Esta estrategia no es un
planeamiento reciente sino que tuvo su origen en las primeras décadas de la
historia del cine. (Rey-Reguillo, 2007).
Desde los comienzos de la industria cinematográfica, los diferentes
Estados se percataron de la importancia del cine como herramienta para
fomentar una imagen positiva del país. Por ejemplo, en 1925 el gobierno
Español comunicó esta idea a las organizaciones competentes en las
comunidades y ayuntamientos diciendo que tenían que apoyar a la industria y a as empresas cinematográficas concediéndoles prestaciones y facilidades.
También promocionó que se crearan películas para exhibición en el extranjero
usándolas para proyectar temas para beneficiar al país. (Stanishevski, 2007).
A pesar de este esfuerzo que remonta a los principios de la historia de la
cinematografía, el gran auge del cine se desarrolló principalmente en EE.UU,
llevando sus películas al primer lugar en proyección a nivel mundial. En el año
2002, sólo se exhibía una película europea por cada cinco procedente de los
EE.UU. (Stanishevski, 2007).
Una de las primeras películas que tuvo un gran impacto sobre el turismo
fue Vacaciones en Roma (1953). La filmación de esta película se llevó a cabo
en Roma, en localizaciones reales y originales, rompiendo con el molde de las
filmaciones hechas hasta ese entonces sólo en los estudios. La película
muestra la riqueza y el atractivo de diferentes localizaciones romanas que
sirven de escenario para cautivar al espectador y motivarlos a conocerlas en
persona. (Cristobalena, 2006).
(Cristobalena, Revista 80 días, 2006)
Figura 1 – Audrey Hepburn y Gregory Peck en la escalinata de la Plaza de España, Roma
Un impulso importante para el turismo cinematográfico empezó a partir
de los años 80 en Europa. Diferentes organizaciones europeas generaron
medidas para apoyar el desarrollo de la industria del cine dando forma a la
noción de que el cine de un país forma parte esencial de la identidad cultural.
Una de las herramientas que crearon fueron las film commissions, que son
oficinas públicas dedicadas a la promoción de localizaciones para la captación
de rodajes. Las film commissions promueven los escenarios naturales más
atractivos de una zona fomentando el interés de las empresas productoras para
rodar películas o construir estudios cinematográficos. Los esfuerzos de las filmcommissions ayudan a desarrollar la industria cinematográfica local y atraen
turistas a través del cine. Cuando una localización ha llegado a tener suficiente
promoción y exhibición aumenta el movimiento de turistas. (Rey-Reguillo,
2007).
El “turismo inducido por el cine” es una expresión que originó con Riley y
Van Doren en 1992 en el contexto de medir el aumento en el número de
visitantes a los lugares que se hicieron notables a través de las películas.
En
1998 desarrollaron un estudio de 12 películas exitosas donde comprueban que
el número de turistas a estos lugares icónicos incrementaron de un 40 a un 50
por ciento en los cuatro años posteriores de mostrarse en pantalla. (Hernández
Ramírez).
Así que no es sino hasta finales del siglo XX que los planes estratégicos
de la promoción turística realmente comienzan a prestar atención a esta
relación crucial entre el turismo y los medios de comunicación masivos. Lo
más común hasta estas fechas era usar publicidad en televisión, prensa y el
cine pero sólo de forma documental. No es sino hasta 1997 que la relación
entre el turismo y el cine forma parte estratégica en el plan de promoción
turística de Nueva Zelanda a través de las tres películas de El Señor de los
Anillos. El plan de promoción turística de Nueva Zelanda usa esta trilogía para
promover al país como destino turístico. (Stanishevski, 2007).
El Señor de los Anillos ha tenido un impacto tan grande sobre el turismo
cinematográfico, tanto en el aumento de turistas a Nueva Zelanda como en su
uso como herramienta promocional que ha marcado un antes y después en la
historia del turismo cinematográfico.
Las diferentes organizaciones relacionadas con el turismo han
aprovechado la popularidad de las películas para promover destinos después
del éxito de los filmes. Sin embargo, a partir de los esfuerzos y las
innovaciones de Nueva Zelanda en este campo, las organizaciones han
aumentado su agresividad y han comenzado a trabajar con las películas desde
su concepción. (Cha, 2013)
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